jueves, 15 de agosto de 2013

La voz indianista en la compleja trama política boliviana


Durante nuestra estadía en La Paz, fuimos invitados a una charla en el museo de folklore y etnografía, en la que disertaron representantes del movimiento indianista, entre ellos Constantino Lima y Felipe Quispe.
Fue realmente interesante escuchar esa campana, principalmente a Constantino Lima, que con su oratoria envolvió al auditorio entero. Comenzó saludando a todos los presentes en la lengua nativa, aymara, lamentándose luego por tener que proseguir en español para ser entendido.
Reivindicó el tratado firmado el 2 de agosto de 1971, y redactado por él y otros universitarios representantes del movimiento indianista, que incluye varios principios, entre ellos citó el siguiente, acentuando cada palabra, y con voz firme y enérgica: “Todos los indios son dueños de sus tierras, tengan o no el título de propiedad”.
Cuando se le pidió la opinión acerca del tratado de Tiahuanaco, firmado recientemente, despotricó contra él y contra Evo Morales, a quien acusó de títere manejado por manos blancas y cabellos rubios, por gringos, europeos, que aún hoy pretenden seguir controlando la economía, y tratando a Bolivia como colonia. Gritó textualmente: “¡Seguimos mamando la leche gringa!”.
También se permitió preguntarse acerca de llamar a estas tierras “Estado Plurinacional de Bolivia”. Él y el movimiento indianista pretenden una sola nación, no muchas naciones, y habló del Tahuantinsuyo como ejemplo a seguir, una región integrada desde lo cultural y lo económico. Dijo: “Ellos tienen la Unión Europea, por qué nosotros no podemos formar una sola nación india, aymara-quechua-guaraní. Y si quieren, que nos imiten”.
Luego habló Felipe Quispe, el mallku (máxima autoridad comunal en aymara), quien fuera  líder del movimiento que cercó La Paz en el 2000, bloqueando los caminos de acceso, emulando la acción que llevó a cabo Tupac Katari contra los españoles en 1781, dejándolos sin alimentos, aislados, muriéndose de frío y de hambre. La contraofensiva fue despiadada, como solían hacer los españoles de aquella época, y en cuanto fue capturado, Tupac Katari fue descuartizado como su par de la zona del Perú, Tupac Amarú. Quispe, en cambio, fue arrestado.
Felipe Quispe inició su breve disertación diciendo que él no era universitario como Constantino, que desde niño había aprendido a criar chanchos y trabajar la tierra. Que no había nada más lindo en el mundo que construir uno mismo su casa, con sus propias manos, o cosechar su huerta y obtener de ella el alimento. A los pocos minutos agregó que no iba a opinar sobre el tratado de Tiahuanaco porque había sido pensado por mentes blancas, agradeció la invitación y se retiró de la sala.
Sigue habiendo muchísima pobreza en Bolivia, que contrasta con la riqueza natural y cultural del país, y que es provocada en gran parte por intereses despiadados capitalistas y extranjeros, situación similar a la Argentina y a la de otros países latinoamericanos. Esos mismos intereses de gringos y blancos contra los cuales luchan Lima y Quispe hace más de 40 años.
Con el actual gobierno boliviano, el primero en tener un líder aymara, se han nacionalizado recursos, aumentado la alfabetización y las redes de salud, además de fomentar la integración de los países latinoamericanos, ante los ojos disgustados y con ánimo separatista del oriente boliviano con epicentro en Santa Cruz.
Hay mucho camino por recorrer pero resuena en este momento tan particular de la historia la idea de la regionalización de los países latinoamericanos, el Tahuantinsuyo inca, la Gran Colombia que soñó Simón Bolivar.

                                                                                                           Daniel Roffé

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