Antes de ponerme a relatar otra cosa, les quiero presentar a una amiga que me hice en la Plaza Murillo, acá cerquita de nuestro hotel. Se llama Tania y tiene 2 años.
Nuestra idea era ir a la tarde a tomar mate a la plaza y tocar un rato. Cuando Dani se fue a buscar agua para el termo, me quedé sola y saqué la guitarra. No tuve que tocar ni un sólo acorde, que en cuestión de segundos se me acercaron un grupo de niños, cada uno por su lado, entre ellos, Tania. Entonces, no tuve otra alternativa que empezar a tocar las canciones que ellos pedian y entre todos cantábamos: Las gotitas, La gallina Turuleca, La cucaracha...Yo que había dejado atrás el trabajo en el jardín de infantes, me ví de nuevo en una actividad parecida!
Al día siguiente, me la encontré de nuevo a Tania y nos sacamos una foto juntas en la misma plaza.
Pero lo que quería contar es que acá en Bolivia, si uno está en búsqueda de algo, es mejor que no se esfuerce en encontrarlo, porque aparece solo, cuando uno deja de buscarlo.
Estando en búsqueda de un adaptador para enchufes, caminamos horas sin encontrarlo y una vez que lo compramos de casualidad, no dejamos de ver negocios de enchufes por todos lados.
Lo mismo pasó con la fruta: recorriendo un mercado enorme donde se venden desde fiambres hasta ropa interior, una vez que conseguimos nuestra fruta, bastó solo mirar a un costado y ver una fila llena de puestos donde vendían jugos, frutas y licuados.
Por eso, me animo decir a quien viene de visita a La Paz, que el que NO busca, encuentra. Y que la clave para pasarla bien y disfrutar de la ciudad, es estar abierto y dispuesto a recibir lo que ésta tiene para brindar.
martes, 30 de julio de 2013
lunes, 29 de julio de 2013
Te entiendo Messi
Caigo en la cuenta, estando aquí en La Paz, que fui muy exigente con nuestro crack Lionel el último partido por eliminatorias que disputaron Bolivia y Argentina. No podía entender cómo ,teniendo tanto talento, no pedía la pelota, no se hacía cargo de la mitad de cancha, no gambeteaba. Me bastaron unas pocas horas caminando por esta colorida ciudad, para perdonar la conducta del 10.
Comencé a sentir que mis respiraciones debían ser más profundas y rápidas, que mi corazón latía con tal magnitud que parecía que en cualquier momento se me salia del pecho. Ni hablar de mi estado de conciencia, estuporoso avanzaba por las calles llenas de gente, minibuses, gritos, sin saber a dónde me dirigía. Después sobrevino el mareo y las náuseas, todos estos síntomas, reflejo de que no me llegaba agua al tanque.
Este "mal de alturas" no pudo opacar en ningún modo la sensación de alegría por estar por fin en la ciudad de La Paz. El olor del pollo frito, los niños corriendo, los colores de las cholas, las montañas al fondo con el pico nevado, el Alto a lo lejos con todas sus casitas.
Fuimos a parar al famoso hotel Torino, una habitación simple para dos con baño incluído, donde sucumbimos a la siesta. Cuatro horas de siesta merecidísimas. Nos despertamos y un poco insomnes todavía salimos a la ciudad desierta por el domingo. Estamos, creo yo, en lo que es el microcentro de la ciudad y caminamos por una calle peatonal, muy parecida a Florida.
Los fideos con albóndigas que nos sirvieron fueron, en ese momento tan especial que es cuando uno recién llega, las mejores pastas del mundo.
Así concluyó nuestro primer día, con la certeza de que pasaría una noche dolorida por mi mal de altura pero también con mis primeras 2 conclusiones: 1) vamos a tener que quedarnos varios días para conocer esta increíble ciudad. 2) te entiendo de corazón Lio, no se puede correr a esta altura, ni siquiera caminar, además la pelota no dobla.
Comencé a sentir que mis respiraciones debían ser más profundas y rápidas, que mi corazón latía con tal magnitud que parecía que en cualquier momento se me salia del pecho. Ni hablar de mi estado de conciencia, estuporoso avanzaba por las calles llenas de gente, minibuses, gritos, sin saber a dónde me dirigía. Después sobrevino el mareo y las náuseas, todos estos síntomas, reflejo de que no me llegaba agua al tanque.
Este "mal de alturas" no pudo opacar en ningún modo la sensación de alegría por estar por fin en la ciudad de La Paz. El olor del pollo frito, los niños corriendo, los colores de las cholas, las montañas al fondo con el pico nevado, el Alto a lo lejos con todas sus casitas.
Fuimos a parar al famoso hotel Torino, una habitación simple para dos con baño incluído, donde sucumbimos a la siesta. Cuatro horas de siesta merecidísimas. Nos despertamos y un poco insomnes todavía salimos a la ciudad desierta por el domingo. Estamos, creo yo, en lo que es el microcentro de la ciudad y caminamos por una calle peatonal, muy parecida a Florida.
Los fideos con albóndigas que nos sirvieron fueron, en ese momento tan especial que es cuando uno recién llega, las mejores pastas del mundo.
Así concluyó nuestro primer día, con la certeza de que pasaría una noche dolorida por mi mal de altura pero también con mis primeras 2 conclusiones: 1) vamos a tener que quedarnos varios días para conocer esta increíble ciudad. 2) te entiendo de corazón Lio, no se puede correr a esta altura, ni siquiera caminar, además la pelota no dobla.
miércoles, 17 de julio de 2013
Preparándonos....
Hola! Este blog nace por la necesidad y las ganas de contarles a nuestros amigos y gente querida, y a los que quieran enterarse, de las novedades de esta experiencia que estamos a punto de comenzar en muy pocos días. Se trata de un viaje de varios meses a lo largo de Latinoamérica. Los viajeros somos dos: Ana y Daniel. Hace dos años y medio nos conocimos y desde entonces, estamos juntos.
Este plan de viajar por nuestro continente, hace ya un tiempito que lo venimos planenando. Imagínense que un viaje de estas características no se planea ni se decide de un día para otro! Pero lo hemos logrado: en pocos días estaremos sumergidos por completo en esta aventura. El primer destino: La Paz, Bolivia.
Tenemos ganas de disfrutar de cada lugar, con todo lo lindo que nos pueda brindar: su comida, su gente, su música. Esta última, la más importante! Porque en este viaje también nosotros llevamos nuestra música... ya les vamos a ir contando!
Ana y Daniel.
Este plan de viajar por nuestro continente, hace ya un tiempito que lo venimos planenando. Imagínense que un viaje de estas características no se planea ni se decide de un día para otro! Pero lo hemos logrado: en pocos días estaremos sumergidos por completo en esta aventura. El primer destino: La Paz, Bolivia.
Tenemos ganas de disfrutar de cada lugar, con todo lo lindo que nos pueda brindar: su comida, su gente, su música. Esta última, la más importante! Porque en este viaje también nosotros llevamos nuestra música... ya les vamos a ir contando!
Ana y Daniel.
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